Piña

La piña es una de las frutas tropicales más populares del mundo, que se consume como una sabrosa y jugosa fruta fresca o procesada en rodajas, concentrado y zumo. En cualquier caso, una buena gestión de la fertilización desempeña un papel fundamental para satisfacer las demandas de los consumidores.

La planta crece de forma fiable en una gran variedad de suelos (suelos de turba orgánica, ceniza volcánica y suelos arenosos), por lo que se recomienda un pH neutro a ligeramente ácido (de 4,5 a 6,5) con ligeras variaciones según la variedad cultivada. La planta tolera un alto contenido de aluminio y manganeso intercambiable en el suelo, condición que se ve favorecida en los suelos muy ácidos. La piña debe cultivarse en suelos bien drenados y en zonas del paisaje que no se inunden.

La piña es una planta herbácea perenne que se cultiva principalmente en zonas tropicales de todo el mundo. Requiere tres años desde la plantación hasta la replantación, tiempo durante el cual produce dos cosechas y requiere mayores cantidades de nutrientes. Las piñas pueden cultivarse una vez (un solo ciclo) o en uno o más ciclos de retoño adicionales. La duración de los ciclos varía en función de las condiciones climáticas, el vigor del material vegetal y el manejo del cultivar. En las plantaciones comerciales, no se permite que las plantas produzcan más de 2 ó 3 cosechas, debido a la reducción del tamaño y la uniformidad de los frutos.